¡Feliz cumpleaños, Madre bella!

«Ella canta. Su voz me recuerda al canto de las tortolitas. A veces, cuando no se da cuenta, la observo. Me gusta guardar en mi cabeza los pequeños detalles de su rostro. He llegado a la conclusión de que tengo un espacio en mi cabeza que es sólo de ella: una cajita de los tesoros. Así lo he decidido. En esta, he guardado imágenes de ella sonriendo; he guardado su voz. Por las noches, cuando todo está en silencio, logro reproducir sus canciones en la cuenca del oído. Sí, he asumido que ella vive en mí, sin importar en dónde se encuentre; sin importar en dónde me encuentre.»

Fragmento del cuento Leticia®.

Leyda Mariscal