Acuarelas. Primera y segunda semana de octubre.
«Aldonza toma su mejor pincel biselado, comienza a pintar con paciencia los bordes perfectamente imperfectos de su cuerpo, cambia de técnicas, combina colores, la música sigue y se sumerge en la creación de los detalles de su propia piel: pintando manchas, lunares, rojos, negros, cafés; curvas, líneas, una variedad de cicatrices, un mapa de estrías, ríos de piel agrietada que corren por toda la espalda; vellos en los dedos de los pies, en las piernas, vellos púbicos (obviamente), en el abdomen, en los pezones, en las axilas, en el rostro.«
Fragmento de mi cuento «Restauración».



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