15 de mayo. Día del Maestro.

Deseo a todos los maestros que se comprometen en sus aulas, que su trabajo sea bien remunerado y que todos tengan condiciones laborales dignas. Así mismo, agradezco con el alma a todos los maestros con los que he coincidido y que, de una u otra forma, han guiado mi camino, especialmente a mi esposo, de quien aprendo todos los días de su inspiración y profesionalismo, a mis padres, excelentes maestros a quienes vi enseñar con amor y paciencia, a mi Mamá Mona y a mis queridas tías quienes marcaron la infancia con esa voz fuerte, amorosa, llena de juegos y poesía, a Mario Huerta, a quien le debo mi amor por la química, a María de Jesús, por quien escribo sin ver el teclado, a Alicia, quien me retó con cuentos, poesía y teatro, a Vaca Antonio, el mejor profesor de I.Q., a Rafael Villegas, Rubén Gil, Oscar Rodríguez, Teresa Arce, Francisco y Federico Jiménez por su pasión por las letras y la enseñanza. A mis compañeros de trabajo en la academia de danza, de quienes aprendo mucho. A mis alumnos de prepa, secundaria y mis niñas y niños de Jazz que me motivan a seguir siendo maestra.

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