Año 28

Este año amé el verde intenso de Valdivia, el frío de sus madrugadas en el campo, la comida tan distinta a la mía, los ríos corriendo, las noches de estrellas y que, en este lugar tan hermoso, mi familia creció. Este año, sufrí una nueva pérdida, la distancia de la familia, una navidad lejos de México, pero, al mismo tiempo, en el hogar. Este año disfruté del último semestre de Escritura Creativa, compartí momentos con personas maravillosas, me dieron la noticia de la publicación de mis dos primeros libros: Fosa de las Marianas y M de Morales verán pronto la luz, uno, aquí en México, otro, en España. Este año renuncié a mi trabajo como maestra de Química en el colegio e inicié como maestra de Danza. Este año volví a ser bailarina, pintora y escritora. Con bajas, con altas, este año fue único y, por tanto, estoy agradecida con la vida, con mi esposo, a quien amo cada día siempre más, con mis padres, con mis hermanos, con mis sobrinos y toda la alegría que traen consigo, con mis amigos y sus familias que permanecen. Agradecida con el arte que me mantiene medio cuerda, y con las letras que me hacen ser quien soy.

Linda Valdivia

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