Me encantaría poder gritar «¡Viva México!» a todo pulmón. Me encantaría poder vivir la libertad, la cultura, el color, la comida y la música de México sin miedo, pero son tantas desaparecidas, desaparecidos, muertas y muertos, que gritar con alegría “Viva México” se acongoja en el pecho y se queda enterrado en la garganta antes de ser pronunciado. Por lo tanto, sí, «¡Viva México!» Un grito de súplica, más que de victoria. Por favor, ¡Qué viva México!

El danzante®
Fotografía: Leyda Mariscal®

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